miércoles, 25 de enero de 2017

Somos seres humanos... pero aspiramos a tocar el cielo


Somos una especie singular que en ocasiones toca el cielo con las manos... pero también nos dejamos arrastrar bajo tierra con demasiada frecuencia. Y es que nuestras vidas están llenas de encrucijadas frente a las cuales actuamos como buenamente creemos entender, a veces con tino y otras no tanto.

Actuamos según las creencias o ideas que se basan en toda nuestra historia personal, muchas arrastradas desde la niñez, sin embargo nuestra mente se rige en numerosas ocasiones por suposiciones, filtros y juicios automáticos e irracionales de los que no somos plenamente consientes y nos influyen boicoteándonos una y otra vez, llevándonos a rumbos erráticos y haciéndonos sentirnos innecesariamente mal, deprimidos, frustrados o enfadados con todo y todos.

Cuando una persona decide comenzar un proceso de coaching ya ha dado un paso de gigante para actuar con verdadera coherencia consigo mismo, porque va a empezar a conocerse y a controlar esos círculos viciosos de su mente.

Los obstáculos siempre estarán ahí, es ley de vida. Si alguien pensaba que vivir debería ser un agradable paseo por el campo para ser felices... siento decepcionarle, porque la adversidad también está presente en el mundo y debemos saber hacerla frente y aprender de ella. A pesar de ello, esos obstáculos de la vida no son nada comparados con los que nos colocamos a nosotros mismos por el camino, los obstáculos internos.

Por ello el coach nos ayudará a reencuadrar nuestra mente, a reconsiderar aquellas ideas ilógicas que no nos dejan avanzar ni nos sirven en nuestro día a día. Y a partir de ahí, cuando pillemos infraganti a nuestros obstáculos internos, podremos hacer frente a los externos con mayor seguridad.

Por suerte, desde hace muchos años, grandes investigadores se han preocupado en estudiar esas creencias irracionales que nos confunden y nos ponen la zancadilla a cada paso. Las aplicaron a la psicoterapia, pero también llegaron al Coaching, que bebe de esos modelos psicológicos y aplica sus herramientas para ayudarnos a mejorar nuestro juego interno.

Desde Mayeútica-Coaching analizaremos en las próximas semanas estas ideas irracionales que nos limitan en nuestro día a día así como los sesgos cognitivos más comunes que entorpecen nuestra percepción del mundo y nos bloquean. Con ello se pretende que podáis reflexionar hasta qué punto las tenéis presentes y si están interfiriendo negativamente en la consecución de vuestros objetivos.

Los cambios desde dentro tienen un gran impacto en los cambios que queremos lograr fuera. Así que ser conscientes de nosotros mismos nos aportará seguridad y el mundo ya nunca será igual a nuestros ojos.
Habrá obstáculos, sí, pero tendremos muchas más formas de tocar el cielo cuando nos lo propongamos.

¡ Os animo a ello !

Fachada del Museo Antropológico de Madrid encabezada por el lema en latín "Conócete a ti mismo"


miércoles, 11 de enero de 2017

Un nuevo comienzo

   Uno de los actos más naturales que realizamos los seres humanos es el de redefinir nuestra existencia de cuando en cuando. Puede que un hecho relevante nos haga parar y replantearnos lo que damos por sentado o nos ayude a ver si el camino que elegimos debe seguir siendo el mismo. Por suerte la mayoría de las veces basta con que nos dejemos llevar por el gigantesco y cíclico recordatorio que la humanidad lleva a cabo cada 1 de Enero, a saber, el hecho de poner fin a un año y dar la bienvenida al siguiente.

   Entre cohetes y vítores nos unimos a esta celebración colectiva mientras, prácticamente en los segundos que duran las campanadas, nos hacemos conscientes de lo que dejamos atrás y del vacío que pronto se llenará de hechos tanto imprevisibles como decididos. La fiesta sigue y después volvemos a la rutina. Pero ahora que ya estamos en ruta de nuevo no debemos dejar únicamente en esos vertiginosos segundos nuestras reflexiones. Ahora es el momento de retomarlas.

   El futuro es libre. Estas fechas han sido una oportunidad para mirar a nuestro pasado, a nuestro ahora y también a nuestro horizonte. Vemos lo que debemos dejar ir y también nos lanzamos con vértigo a abrazar lo que queremos que venga. Saber concluir y tomar aire para continuar no debe quedarse en el instante de las 12 de la noche del 31 de diciembre (o las 00:00 del 1 de enero de un nuevo año). La convención social ya ha concluido, pero ahora hay que seguir construyendo nuestro futuro. ¿Cómo quieres que sea?... 

   Pues entonces ponte en acción y no esperes hasta la noche del próximo año para volver a desearlo de nuevo en ese fugaz instante.


¡Feliz Año Nuevo desde Mayéutica-Coaching!


Foto: Dios romano de los comienzos, Jano. El anciano es el año que se deja atrás que mira al pasado, el joven es el año nuevo que mira al futuro. En inglés y portugués, por ejemplo, el mes de enero mantiene la raíz del nombre de este dios como January y Janeiro.