miércoles, 11 de enero de 2017

Un nuevo comienzo

   Uno de los actos más naturales que realizamos los seres humanos es el de redefinir nuestra existencia de cuando en cuando. Puede que un hecho relevante nos haga parar y replantearnos lo que damos por sentado o nos ayude a ver si el camino que elegimos debe seguir siendo el mismo. Por suerte la mayoría de las veces basta con que nos dejemos llevar por el gigantesco y cíclico recordatorio que la humanidad lleva a cabo cada 1 de Enero, a saber, el hecho de poner fin a un año y dar la bienvenida al siguiente.

   Entre cohetes y vítores nos unimos a esta celebración colectiva mientras, prácticamente en los segundos que duran las campanadas, nos hacemos conscientes de lo que dejamos atrás y del vacío que pronto se llenará de hechos tanto imprevisibles como decididos. La fiesta sigue y después volvemos a la rutina. Pero ahora que ya estamos en ruta de nuevo no debemos dejar únicamente en esos vertiginosos segundos nuestras reflexiones. Ahora es el momento de retomarlas.

   El futuro es libre. Estas fechas han sido una oportunidad para mirar a nuestro pasado, a nuestro ahora y también a nuestro horizonte. Vemos lo que debemos dejar ir y también nos lanzamos con vértigo a abrazar lo que queremos que venga. Saber concluir y tomar aire para continuar no debe quedarse en el instante de las 12 de la noche del 31 de diciembre (o las 00:00 del 1 de enero de un nuevo año). La convención social ya ha concluido, pero ahora hay que seguir construyendo nuestro futuro. ¿Cómo quieres que sea?... 

   Pues entonces ponte en acción y no esperes hasta la noche del próximo año para volver a desearlo de nuevo en ese fugaz instante.


¡Feliz Año Nuevo desde Mayéutica-Coaching!


Foto: Dios romano de los comienzos, Jano. El anciano es el año que se deja atrás que mira al pasado, el joven es el año nuevo que mira al futuro. En inglés y portugués, por ejemplo, el mes de enero mantiene la raíz del nombre de este dios como January y Janeiro.

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