jueves, 15 de septiembre de 2016

¡ Comenzamos !


Mi particular descubrimiento del Coaching es antiguo, allá cuando este nuevo método para lograr objetivos iba calando en los departamentos de RR.HH. Pensaba que era una moda más, un nuevo nombre en inglés para designar algo similar a lo que hasta ese momento se había hecho desde la Psicología. En parte es así y en parte no.

El Coaching se fundamenta por completo en técnicas y modelos psicológicos bien probados desde hace décadas, pero la forma de acercarse al ser humano es totalmente diferente, y eso fue lo que me fascinó. No hay prejuicios, no hay presión, no se ordenan pautas que no sean consensuadas, la escucha es prioritaria en la conversación (la que haga falta), se deja pensar al ritmo de cada cual y de este modo las respuestas llegan, las respuestas propias de cada uno, y el ánimo para probar posibles soluciones a las distintas coyunturas personales o profesionales de la vida se estimula.

No es fácil hacer buen Coaching y lograr todas estas maravillas. No hay fórmulas mágicas, tampoco consiste en frases hechas bonitas pero huecas. En un buen Coaching no se te dirá que rompas con todo para lograr tus sueños, porque eso no es lógico ni real y puede tener consecuencias no deseadas. Tampoco se te dirá qué hacer con tu vida, porque eso sólo puedes y debes decidirlo tú, no hay consignas llenas de falso optimismo que solo llevan a la frustración a largo plazo. Si anteriormente te has encontrado con todo es mi deber decirte y advertirte de que eso no es Coaching.

Por ello, el estudio y la formación de calidad es fundamental para poder aplicarlo , y este no solo se adquiere en la denominada por algunos Universidad de la Vida (en la que estamos todos), ni se es mejor coach si se tiene más labia o un club de fans. Con cierto alarmismo contemplé como el Coaching se desprestigiaba cuando algunas personas lo cogían por bandera sin una adecuada preparación y lo confundían con misticismos, que no es que esté en contra de ellos, pero pertenecen a otros ámbitos. En el Coaching no tienen razón de ser ni son necesarios.

Como psicóloga y formadora en empresas tenía toda la base teórica y práctica para aplicar un buen Coaching, pero tuve que romper muchos hábitos para poder trabajar con esta forma tan particular, y a la vez natural, de ayudar a buscar soluciones a las incertidumbres de cada cual.

Con asombro descubrí que sus resultados son muy positivos, duraderos e incluso se transfieren a otros ámbitos de la vida de la persona porque ella misma aprende a solucionar no solo una inquietud concreta sino a pensar de otra manera.

Yo apuesto por el Coaching para sacar el potencial que todos tenemos dentro, para conocer en qué debemos esforzarnos aprovechando nuestras fortalezas para encararnos a la vida. Te invito a acompañarme en este viaje de autodescubrimiento que nos llevará donde decidamos que nos lleve.


¡Comenzamos!