Hoy en día es muy habitual la realización de algún tipo de
ejercicio físico, en un gimnasio o al aire libre. Está considerado como algo
positivo porque nos mantiene activos, en forma, descarga tensiones y hace que nos
sintamos mejor física y psíquicamente. Pero, cuando queremos poner en forma
nuestra mente, clarificarnos, localizar metas olvidadas proponernos otras
nuevas... ¿A qué gimnasio nos dirigimos?
Hay momentos en los que necesitamos sacar lo mejor de
nosotros mismos para tomar decisiones importantes, cambiar nuestro rumbo o
superar reveses inesperados. Pensad, por ejemplo, en vuestra adolescencia o en
un disyuntiva laboral que supusiera algún cambio importante en vuestra vida. ¿Hubierais
agradecido que alguien os estimulara para aprender a saber lo que queríais en
realidad, a gestionar vuestros talentos para poder decidir con seguridad en
temas tan importantes?
Una vez oí a alguien decir que para eso están los amigos,
para ayudarnos en esos momentos, para aconsejarnos y dar ánimos. Es cierto, los
amigos son muy importantes en la vida, un tesoro que hay que cuidar. Pero a
veces, por desgracia, no tenemos esos buenos amigos o en ciertos asuntos preferimos
no confesarnos por el qué dirán o por si llegará a oídos de terceros o porque nos
darán consejos sobre lo que ellos harían
en nuestro lugar ... No hay que desechar
su apoyo emocional, desde luego, pero a veces puede que no sea suficiente. Un Coach no puede sustituir a un buen amigo, sobre todo porque ni su actuación se
basa en dar consejos ni ánimos, sino en ayudarnos a que sepamos lo que queremos,
desde nuestros propios valores y circunstancias, y que actuemos para lograrlo.
No os engañéis pensando que basta con desear algo con fuerza
para que el Universo trabaje para ti. Desear con fuerza es importante, pero hay
que dar pasos, trabajar para lograrlo, a un ritmo a veces más lento, a veces
más rápido, pero constante, sabiendo plegar velas en los temporales, pero con
nuestro objetivo siempre en mente. Cuando la confusión o el desánimo nos domine
siempre es de agradecer a esa mano que te da unos toquecitos en el hombro para
recordarnos: "Ten en mente tu meta,
aquella tan importante que me explicaste , lo que supondría para ti lograrla...
Yo te acompaño para ayudarte a llegar hasta ella" . Eso es lo que os
diría un Coach.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Todo el mundo debería tener un Coach en algún momento de su vida?
Por Cristina Díaz
Por Cristina Díaz
No hay comentarios:
Publicar un comentario